Así lo señaló Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), donde explicó que el diagnóstico es un concepto cambiante que hoy día recoge aspectos genéticos, de fenotipo, de genotipo y del entorno de los animales.
El siete de oro o también conocido como Astylus atromaculatus, es un insecto nativo de Sudáfrica, Uruguay y Argentina que en los últimos meses se ha concentración en estos países a través de las plantaciones de alfalfa. Lo grave de este escarabajo es que si el ganado lo ingiere puede provocar decaimiento, diarrea severa, cólicos y hasta muerte súbita de bovinos.
De acuerdo con el trabajo «Las infecciones uterinas en la hembra bovina» de Fernández y otros publicado en la Revista Electrónica de Veterinaria, la terapia de las endometritis e infecciones uterinas pueden ser clasificadas en cuatro grandes grupos de sustancias: sulfamidas, antibióticos, antisépticos y hormonas.
La iniciativa es del Ministerio de Salud y Protección Social y hace parte de los cambios que se realizarán al decreto 1500 de 2007 que crea el Sistema Oficial de Inspección, Vigilancia y Control de la carne, productos cárnicos comestibles y derivados cárnicos destinados para el consumo humano.
Dicho Acuerdo se negoció durante varios meses y fue firmado el pasado 3 de febrero en Caracas, entre el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el Ministro colombiano.
Lo anterior fue recalcado por José Manuel Roche, secretario de Relaciones Internacionales de dicho gremio en una reunión en Bruselas, la capital de la Unión Europea, donde participaron los ministros de Agricultura de Francia, Austria y Eslovenia, eurodiputados y funcionarios de la FAO.
“En el evento estuvieron presentes todos los eslabones de la cadena productiva: cultivadores, proveedores de insumos, comercializadores y la agroindustria, quienes se comprometieron a trabajar de forma conjunta en beneficio de la cadena misma”, indicó Henry Vanegas, gerente de Fenalce.
Gustavo Jesús Depetris, médico veterinario y especialista en producción animal, dice en una investigación que, en la producción de carne bovina, la utilización de maíz radica en el aporte de energía que está dada por medio de la presencia de almidón, siendo el rumen el principal sitio de digestión de este almidón, donde el 60-95% es fermentado para producir ácidos grasos volátiles (AGV) y gas o es incorporado como materia microbiana.