Hace una semana escribí sobre la fantasía fariana de la tierra como paradigma de riqueza y de su redistribución como llave de la paz y solución a los problemas del país, olvidando a propósito dónde está en realidad la riqueza. más›
Si preguntan en La Habana les dirán, como hace cuatro siglos, que en la tierra, y que unos malvados terratenientes la concentran, y que detrás de esa concentración están todos los males del país: el abandono del campo, que no es culpa de los gobiernos ni de un modelo de desarrollo inequitativo y antirural, sino de los terratenientes. La pobreza rural, la violencia y el narcotráfico, que tampoco son culpa de ese infame abandono y de la falta de oportunidades en el campo, sino de esos malvados terratenientes que, además, controlan al Congreso y al Gobierno. más›
¿Es rica una familia que hace más de 50 años construyó con esfuerzo una casa grande para una familia grande, como las de la época, en un sitio que hoy se valorizó enormemente pero que, a pesar de ello, no le genera ingreso alguno? Después del impuesto a la riqueza, a esa familia, que puede ser de lo que llaman clase media y que quedó enclavada en un estrato alto de la ciudad, no le quedan alientos para pagar un predial millonario. más›
Si una persona ve reducidos sus ingresos, simplemente gastará menos, sin que ello afecte la economía. Pero si todos los hogares, las empresas y el sector público compran menos, entonces la cosa es a otro precio. más›
Muchos niños en las ciudades no alcanzan a relacionar la leche con el animal que la produce, lo cual no es de extrañar, pues sus padres, cuando toman una caja de la góndola en el supermercado, también están lejos de relacionarla con todo el proceso de agregación de valor a partir del esfuerzo del ganadero. más›
Como lo ha reiterado el Gobierno mismo, con Farc o sin Farc, la vida rural y la producción agropecuaria ocupan la atención del Estado y de la gran sociedad urbana como nunca antes. más›
Y soplan con fuerza para la carne colombiana, con miras a convertirse en otro producto líder dentro de nuestra oferta agropecuaria al mercado mundial, lo cual hoy resulta estratégico para el país, no solo por la mengua de los ingresos petroleros, frente a la cual se impone un esfuerzo de diversificación de la canasta exportadora, sino por la mayor competitividad que la devaluación consecuente le está otorgando a renglones no tradicionales como la carne. más›
Algunos temas macroeconómicos son menos complejos de lo que parecen. Por ello, sin caer en el simplismo, apelo a la sencillez para llegar a la conclusión que titula esta columna: el campo está frente a su cuarto de hora. más›

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