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¿Siente impotencia por perder un ternero en el parto? Conozca técnicas de reanimación

Durante el parto de los bovinos, las contracciones uterinas hacen que se reduzca el aporte del oxigeno al feto y este pasa a través del canal del paro, el cordón umbilical se obstruye, cesando por completo el aporte de oxigeno. Esa carencia de oxigeno incrementa el dióxido de carbono en la sangre y produce un descenso del pH sanguíneo que se llama acidosis respiratoria.

 

Esta es la razón por la cual el ternero recién nacido tiene la sensación de asfixia y realiza la primera inspiración, siendo esta mucho más fuerte que una normal debido a que debe vencer la resistencia de los pulmones colapsados.

 

De acuerdo a un artículo de la Revisa Frisona, al llenarse de aire los pulmones por primera vez disminuye repentinamente la resistencia vascular de los vasos pulmonares en vez de pasar por el conducto arteriovenoso a la aorta. Esa sangre se oxigena en los pulmones y baja por las venas pulmonares a la aurícula izquierda aumentando mucho la presión dentro de esta, lo que hace que se cierre el agujero por ser la presión sanguínea superior a la aurícula derecha.

 

La sangre después pasará de la aurícula derecha al ventrículo izquierdo y de allí a la aorta, que al tener ya más presión que la arteria pulmonar cerrará el conducto arteriovenoso con lo que se completará la circulación extrauterina del adulto.

 

En cuanto a la fisiología del ternero, en el seno materno la temperatura es constante, de 38 a 39ºC, pero fuera del utero, el ternero tendrá que mantener su temperatura corporal. Al nacer mojado por el liquido anmiotico su aislamiento término queda muy reducido incluso en verano, pues la evaporación genera frío.

 

La solución la tiene la madre, quien debe lamer al ternero para estimular la respiración, la circulación y así secar el pelo. En estos primeros momentos de vida el ternero cuenta con una reserva de grasa especial llamada grasa parda, que al metabolizarse calentará al ternero.

 

 

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