Conozca por qué los expertos recomiendan usar la relación 70/30.

En el mercado nacional e internacional existe una infinidad de tipos de pasto que pueden ser sembrados en las tierras del país. El establecimiento de los mismos implica conocer el tipo de suelo, su PH, los niveles pluviométricos, entre otros factores que influyen en el éxito y adaptación de las especies de los pastos. (Lea: Un manejo integrado entre las pasturas y el animal)

Clodoaldo Rocha de Almeida es un ingeniero agrónomo que explica que el establecimiento y variedad de pastos en zonas en donde la temperatura es muy alta dependen mucho del suelo y su actividad que del clima como tal.

“Si por ejemplo la región tiene una temperatura promedio de 28°C, todos los pastos tropicales como Brachiarias, Anlgetón, Mombasa, entre otros son los que se pueden trabajar sin ningún tipo de limitaciones; este depende mucho de cómo será la inversión de cada ganadero”, explica Rocha de Almeida.

El suelo juega un papel determinante en este proceso, por lo que si se tiene una escala de media a alta fertilidad en el suelo, el experto recomienda que parte de la siembra se pueda trabajar con especies como “mombasa pues es un pasto que responde bien a suelos de media a alta fertilidad, además de otra parte con Brachiaria”, añade.

El profesional hace énfasis en que nunca recomienda trabajar solamente con un grupo de pastura porque por naturaleza, existen algunos que son más productivos en las temporadas secas y otros que se benefician más con la humedad. (Lea: 10 pastos ideales para el ganado del trópico alto)