Este año comenzó con bastante incertidumbre para la ganadería de Córdoba. Debido al intenso y prolongado verano causado por el fenómeno de El Niño, muchos animales murieron y otros cuantos tuvieron que ser movilizados a regiones más húmedas.

 

Esto hacía temer que el inventario bovino se hubiera reducido sustancialmente. Sin embargo, luego del II Ciclo de vacunación de 2015, las cifras arrojaron un resultado alentador: Córdoba volvió a registrar 2 millones de cabezas de ganado, luego de haber bajado este número en el Ciclo anterior. (Lea: 5 retos del sector ganadero de Córdoba en 2016)

 

Aun así, el resultado positivo no ocultó las graves afectaciones de los ganaderos que tuvieron que lidiar con un calor intenso durante los primeros 3 meses del año. En poblaciones del Bajo Sinú como Chima, Cotorra, Lorica, Momil y Purísima, los pastos se agotaron, mientras que en el Alto Sinú las lluvias aisladas permitieron la conservación de algunos forrajes.

 

Luis Arturo Silgado, antiguo profesional del Fondo Nacional del Ganado, FNG, aseguró que en el mes de enero cayeron lluvias aisladas en algunas veredas de Valencia y Tierralta.