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Por qué no se puede acabar con la ganadería pese a los ambientalistas

Uno de los elementos que más contribuye al calentamiento global es la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que, aunque hay factores globales que inciden en este proceso, la acción humana ha provocado un cambio drástico en los dos últimos siglos, pero no todos estos gases son iguales ni tienen los mismos efectos ni orígenes, como se menciona en el canal de Youtube Provacuno.

 

En los sistemas de producción ganadera, el metano es el gas más cuestionado. David Yáñez, investigador en Nutrición Animal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Granada explica que “el metano proviene de muchas fuentes. En primer lugar, hay fuentes naturales, por lo que aproximadamente el 40% proviene de la actividad natural como consecuencia de la fermentación de la materia orgánica en estos ecosistemas, y después hay aproximadamente el 60% que depende de la actividad humana”. (Lea: Metano y humanos: el mito de que las vacas están matando el planeta)

 

Dentro de este último porcentaje hay una porción que proviene de la fermentación entérica, pero hay otras fuentes importantes como la extracción del petróleo y gas, la minería y el carbón, entre otros.

 

En el caso de los bovinos, estos producen metano que una vez emitido, está en la atmósfera aproximadamente unos 12 años. Según Agustín del Prado, investigador del Centro Vasco para el Estudio del Cambio Climático, “en esos 12 años va a calentar muchísimo la atmósfera. Para hacerse una idea, lo hará unas 28 veces más”.

 

Sin embargo, mientras este proveniente de las vacas se degrada en aproximadamente 12 años y lo hace en una molécula de CO2 de ciclo corto, mientras que el CO2 proveniente de los combustibles fósiles tarda en desaparecer cientos de años.

 

En ese orden de ideas, los animales que están en pastoreo ayudan mucho en la captura de carbono porque como lo dice Fernando Estellés, profesor e investigador en el Departamento de Ciencia y Tecnología animal de la Universitat Politécnica de Valencia, “van a producirnos una mejora y mantenimiento del estado del suelo que permite que tengamos una resta en las emisiones de CO2 a través de su captura en el suelo”. (Lea: 5 soluciones para reducir la emisión de metano en ganaderías)

 

 

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