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Pesando sin balanza: Monitoreo del crecimiento de las vaquillonas

Medición de la distancia entre la tuberosidad coxal derecha e izquierda (TCDI) como un estimador del peso vivo. Foto: INTA.
Medición de la distancia entre la tuberosidad coxal derecha e izquierda (TCDI) como un estimador del peso vivo. Foto: INTA.
Por: INTA

Las vaquillonas representan la generación siguiente de progreso genético para un rodeo de vacas lecheras. Las vaquillonas deberían parir, y así entrar al rodeo en ordeño, entre los 22 a 24 meses de edad.

Las vaquillonas representan la generación siguiente de progreso genético para un rodeo de vacas lecheras. Las vaquillonas deberían parir, y así entrar al rodeo en ordeño, entre los 22 a 24 meses de edad. Esta meta requiere de un adecuado manejo sanitario/nutricional que asegure que las hembras lleguen al servicio, entre los 13 a 15 meses de edad, con un adecuado tamaño corporal.

La evolución del tamaño corporal es normalmente caracterizada a través de la medición del peso vivo (PV). (Lea: Prueba Nacional de Desempeño en Pastoreo entra en su recta final)
 
 
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