La nutrición, un factor clave para prevenir las cojeras en el ganado
Publicado por CONtextoganadero.com on Monday, 25 July 2022
Aproximadamente el 85 % de los casos de cojera se deben a problemas de salud del pie, como úlceras en la planta del pie, dermatitis digital, pietín, infección profunda y laminitis, y solo el 15 % se debe a lesiones en otras partes de la extremidad.
La magnitud de la pérdida económica resultante de la cojera en las unidades lecheras es muy similar en diferentes países, según una nota del portal ABC Rural. Esta pérdida se puede atribuir a factores como la reducción de los recibos de leche, el sacrificio temprano, el peso vivo reducido, el costo del tratamiento, el intervalo entre partos más largo y el costo de mano de obra adicional.
Aunque se han adoptado ampliamente estrategias de manejo como saneamiento, densidad de población, lavado de pies y recorte para el control de la cojera en el ganado, se sabe poco sobre el impacto de la nutrición. Los siguientes son consejos nutricionales útiles para el control de la cojera. (Lea: Conozca por qué una cojera puede generar USD 500 en pérdidas)
Siempre se debe proporcionar proteína de alta calidad, ya que constituye una gran parte de la estructura del casco. Sin embargo, la cantidad de proteína suministrada a las vacas lecheras no debe exceder el 16 % (sobre la base de la MS), especialmente cuando la mayor parte de la misma está compuesta por proteínas degradables en el rumen que aumentan el riesgo de cojera debido a la producción de grandes cantidades de amoníaco.
El amoníaco tiene un efecto tóxico, y las altas concentraciones en la sangre pueden dañar las láminas sensibles y el corium en el casco, lo que provoca cojera.
Las pezuñas también están compuestas por grasas, lo que impulsa la inclusión de fuentes de grasa en la dieta del animal para proteger la pezuña y prevenir las cojeras. Las asociaciones entre la profundidad de la almohadilla de grasa digital y la puntuación de la condición corporal sugieren que los precursores dietéticos de las grasas, incluidos los lípidos preformados en la dieta y los derivados de las grasas de cadena corta, pueden influir en la cojera.