Fedegán apoya al gobierno y reclama una posición digna
Publicado por Anónimo (no verificado) on Wednesday, 18 September 2013
Mayo 31 2013. “Ya es bastante frágil un proceso de paz que dependa de la voluntad de un grupo narcoterrorista como las Farc, que ha engañado en repetidas ocasiones al país frente al logro de este anhelo nacional, para que, ahora, el presidente de Venezuela pretenda chantajear a su homólogo colombiano con el retiro de un apoyo a las negociaciones de La Habana, que, la verdad, no necesitamos”. Al margen de nuestro escepticismo, bienvenidos los observadores y acompañantes, pero la paz de Colombia no puede depender del humor del presidente Maduro. Así reaccionó el presidente de Fedegán, Fosé Félix Lafaurie Rivera, frente a las reacciones del mandatario venezolano a raíz de la visita del jefe de la oposición, Enrique Capriles, quien fue recibido en el Congreso de la República y en la Casa de Nariño por el presidente Santos.
“Es un derecho soberano del presidente de la República recibir oficialmente a quien considere conveniente para las relaciones internacionales del país. Así no guste al presidente Maduro, Capriles representa la voluntad popular de la mitad de los venezolanos que acudieron al sufragio en las pasadas elecciones. Por ello resulta desproporcionada y realmente delirante semejante reacción, sobre todo si el gobierno venezolano había sido informado previamente de la visita”, añadió Lafaurie Rivera, quien rechazó las absurdas inculpaciones sobre complots para asesinar soldados y funcionarios, y para envenenar al propio Maduro, lo que calificó de una verdadera “novela medieval”.
“No es una estrategia nueva. El cuento de espías y complots imperialistas asesinos lo ha usado la dictadura castrista durante toda su historia, y el difunto presidente Chávez fustigó en más de una vez el anticolombianismo para quitarle cuerpo a sus propias dificultades internas; y hoy Venezuela atraviesa quizás el momento más difícil de su historia reciente. No es extraño entonces que Maduro eche mano de semejantes infundios y quiera superar en histrionismo a su predecesor”.
“Ante reacciones tan infundadas y salidas de tono se podría callar simplemente -enfatoizó el dirigente gremial-, pero el asunto no es de ‘oídos sordos a palabras tontas’, pues quien lass dices es un jefe de Estado y, además, está de por medio no solamente la dignidad de nuestro país, su soberanía, sino también la situación de miles de colombianos que viven en Venezuela, amén de las relaciones comerciales con nuestro principal mercados natural, y ahora, de contera, también el proceso de negociaciones con las Farc”.
“El presidente Santos -concluyó el presidente de Fedegán- no puede ser rehén de las Farc ni del gobierno venezolano en un proceso de negociaciones para acabar con la violencia.
Dentro de los cauces de la diplomacia y no de los micrófonos, como bien lo ha anunciado el Gobierno, el país espera un pronunciamiento firme, que se compadezca con nuestra dignidad y nuestra soberanía. Como en el colegio, no es necesario irse a las manos, pero Colombia no puede ser el vecinito débil al que se puede insultar y matonear sin consecuencias”.
