Están cerca de recrear ganado uros, el ancestro del Bos taurus
Publicado por CONtextoganadero.com on Tuesday, 3 May 2022
El último toro uro murió en 1621 y la especie se extinguió oficialmente en 1627, cuando murió la última vaca en Polonia. Estos poderosos herbívoros medían más de 1,80 m, pesaban más de 1360 kg y tenían cuernos de más de 13,7 m de punta a punta.
Según Atlas Obscura, la gente del Paleolítico los pintó en las paredes de las cuevas. Los celtas los asociaron con Cernunnos, un dios del inframundo y los antiguos romanos enfrentaron a sus mejores gladiadores contra ellos. (Crónica: Los posibles orígenes de la raza BON)
“Estos son un poco por debajo del tamaño del elefante, y de la apariencia, el color y la forma de un toro. Su fuerza y velocidad son extraordinarias; no perdonan ni al hombre ni a la bestia salvaje que han visto”, escribió Julio César en Commentarii de bello Gallico.
De acuerdo con el reportaje de Atlas Obscura, durante más de una década, los científicos han estado tratando de recuperar esta especie clave, y se están acercando. Si bien los uros desaparecieron, sus genes viven en la mayoría de las razas de ganado europeas modernas.
Nuestros antepasados en Irán y Turquía lograron en el Neolítico domesticar a los uros, en lugar de simplemente cazarlos para comer. Las vacas blancas de Chillingham del norte de Inglaterra, los toros de lidia españoles y la chianina de la Toscana llevan porciones sustanciales de su ADN.