Una vez el ICA verificó el cumplimiento de los requisitos establecidos por la Organización Mundial de la Salud, OMS, la entidad le otorgó al Laboratorio Laverman S.A. la certificación en Buenas Prácticas de Manufactura, BPM, lo que lo convirtió en el primer laboratorio del país productor de biológicos que no manipulan el virus vivo de la fiebre aftosa.

 

De conformidad con lo establecido en el Informe 32° de OMS, las BPM son normas, procesos y procedimientos de carácter técnico que aseguran la calidad de los medicamentos, biológicos y demás preparaciones farmacéuticas. (Lea: El ICA certifica la calidad de la vacuna antiaftosa de Vecol)

 

La certificación en BPM garantiza que el producto ha sido fabricado bajo los más exigentes estándares de calidad y seguridad para el operario, el consumidor y el medio ambiente, criterios que cobran cada vez mayor vigencia a nivel mundial.  Además, facilita la aceptación de los productos tanto en el mercado nacional, como en el mercado internacional. 

 

El sello de Buenas Prácticas de Manufactura, BPM, que otorga el ICA, corresponde a la verificación del cumplimiento de las prácticas adecuadas de fabricación de los productos farmacéuticos, a fin de garantizar la seguridad y eficacia de los productos al usuario final, un respaldo que les da reconocimiento internacional.