El pasado 26 de octubre de 2015 el mundo se despertaba alarmado, pues una de las entidades de mayor prestigio, la OMS, advertía sobre los eventuales efectos cancerígenos que podría representar la ingesta de productos cárnicos y de embutidos.

 

Una de las primeras en pronunciarse y emitir un concepto sobre el tema fue la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán. El gremio cúpula de la ganadería liderado por su presidente ejecutivo, José Félix Lafaurie Rivera, expresó que resultaba inconcebible como después de tantos años de consumirse, se podían poner en tela de juicio las bondades de la carne. (Blog: ¿Qué hace roja a la carne?)

“La gente consume carne porque le gusta. Las nuevas tendencias no tienen asidero alguno. La carne no es un producto de consumo masivo, muchas veces incluso no es de fácil acceso para todo el mundo por su valor, pero en ningún momento ese riesgo del que salen a hablar estas agencias debe convertirse en la excusa para dejar de comerla porque no lo hay”, manifestó.