3 historias sobre malas experiencias con entidades financieras del sector
Publicado por Fedegán on Monday, 27 June 2016
María Teresa Ortiz, ganadera de Guasca, Cundinamarca, solicitó un crédito hace algunos años con el Banco Agrario, con el fin de mejorar las condiciones de su predio. La ganadera presentó un proyecto para acondicionar la bodega de alimentos y medicinas y, de paso, un establo apropiado para sus animales.
“Al Banco Agrario le estoy pagando un préstamo. Ese banco no sirve para tacos de escopeta porque cobra los intereses más caros del mercado. Supuestamente es para ayudar a la gente del campo y lo que hace es engramparlo a uno”, declaró. (Lea: Problemas que enfrentan ganaderos al solicitar créditos del Banco Agrario)
De acuerdo con la productora, en aquella época el Banco le ofreció una alta tasa de interés, DTF + 8 efectivo anual, mientras que en otros bancos le ofrecían DTF + 4. Al principio Ortiz se rehúso a hacer el crédito, hasta que le dijeron que parte de la deuda sería condonada por un Incentivo de Capitalización Rural, ICR, de Finagro, algo que nunca ocurrió.