El índice de selección genética debe ser personalizado
Publicado por CONtextoganadero.com on Monday, 18 April 2022
Así lo planteó Mandy Schmidt, Consultor Genético en el Departamento de Soporte Técnico de ABS Global, donde señala que la crisis inducida por la COVID-19 está creando una lucha por ajustes de corto plazo y a veces sin visión.
Sostiene que los mercados de leche tienen idas y vueltas pero la genética es permanente y acumulativa. Algunas lecherías aprendieron esta dura lección en 2009 cuando los planes genéticos cambiaron con el mercado a la baja. “En estos escenarios específicos del rebaño, aún podemos ver el rendimiento genéticamente limitado del rebaño más de una década después”.
El rendimiento del hato de ordeño es una combinación de medio ambiente y genética. Los gastos de semen y reproducción generalmente representan alrededor del 2 % de los gastos de toda la operación, aunque la genética puede afectar hasta el 50 % del rendimiento de una vaca en algunas áreas, indica la profesional.
“Si las decisiones a corto plazo implican retroceder en el progreso genético, ¿te arrepentirás de ordeñar vacas en el futuro que sean menos rentables que tus vacas hoy?”, plantea en la nota. (Lea: La selección genética ya no debe apuntar a los animales de mayor rendimiento)
“No críe vacas que no quiera. Compare el potencial genético con el rendimiento real en su rebaño para comprender qué características respaldan la rentabilidad a largo plazo”, sostiene.
Así mismo recomienda elegir una breve lista de prioridades genéticas personales que tendrán un alto impacto en la operación. Evitar la selección de demasiados rasgos ya que esto crea dilución y un progreso genético más lento. Además, es preciso considerar cuidadosamente los costos de oportunidad de cada adición de rasgos a su estrategia genética.