Aunque en unas zonas del país llueve, en otras como el valle de Ubaté el agua escasea. Los ganaderos han tenido que buscar el agua de los nacimientos y temen que muy pronto tengan que tomar el líquido de carrotanques.

 

En marzo, la sequía fue tan intensa que la oficina de gestión del riesgo de Boyacá dispuso 3 de estos camiones para abastecer a los habitantes del casco urbano de Chiquinquirá. (Lea: Costos de producción que años atrás no afectaban la rentabilidad)

 

“Por este lado aún no nos ha tocado, pero por el lado de (la vereda de) Sasa, la gente ya empieza a salir con sus camionetas a recoger agua por todo lado, incluso del río que está taponado”, afirmó Juan Carlos Velásquez, ganadero de la vereda de Carapacho, en Chiquinquirá.

 

Este productor tiene su finca en la ribera del río Madrón, por lo cual aún no le ha faltado el recurso hídrico. Sin embargo, aquellos que viven más lejos de estas fuentes tienen que recorrer varios kilómetros para recolectar un poco de agua.