Los ingenieros agrónomos Enrique Siebald, Ljubo Goic junto con el técnico agrícola Mario Matzner explican en un artículo que una de las características que le confiere su importancia a la papa en la alimentación de los rumiantes, es su gran volumen de producción en muchas partes del mundo. En Colombia, es un alimento que muchas veces se desecha en las distintas crisis que se presentan. (Lea: La papa, alternativa de suplemento alimenticio para el ganado)

Normalmente, la papa presenta un 10% de proteína bruta, correspondiendo el 50% aproximadamente a compuestos nitrogenados no proteicos, uno de los cuales es el alcaloide solanidina. Este compuesto se puede presentar libre o combinado en forma de glicoalcaloides denominados chaconina y solanina, ambos tóxicos para los animales.

Los autores explican que, respecto al contenido de fibra cruda, los valores normales varían de 3 a 4% lo cual implica la necesidad de combinar este alimento con otros, ricos en esta, a fin de producir un mejor aprovechamiento por rumiantes.

La papa es deficiente en calcio y levemente deficiente en fósforo. De allí que sea necesario suplementar las raciones constituidas por este tubérculo con forraje y sales minerales. En cuanto a su concentración energética en su estado natural, los autores exponen que es de aproximadamente 789 Kcal de energía digestible por kilogramo.

Durante el almacenamiento de esta especie, se producen algunos cambios en la composición química por lo que en un periodo de seis meses se pierde fácilmente un 10% de agua. Además, existe una pérdida de energía al quemarse algunos azucares mediante la respiración, proceso que se incrementa con el aumento de temperatura.