Así lo planteó Paulo Emilio Prohman, Médico Veterinario, Magister y Doctor en Ciencia Animal, invitado por el Comité departamental de ganaderos de Caquetá, para una charla sobre los paradigmas que existen alrededor de la ganadería.

El profesional se centró en dos aspectos básicos como son los efectos de la ganadería en el medio ambiente y sobre la salud de las personas. (Lea: Técnicas para mitigar la emisión de GEI en fincas ganaderas)

Indicó que con la salida de los animales de producción la reducción en las emisiones totales de CO₂ es únicamente del 2,6 %, mientras que las mayores contaminaciones están en los sectores de transporte, energía e industria. “El problema es que los ganadores no tienen los recursos necesarios para hacer lobby y otras campañas para desmentir lo que se está diciendo”, afirmó.

Ahora con la pandemia y el confinamiento se pudo demostrar una importante reducción de CO₂ cuando se frenó la producción industrial y el transporte, aunque la ganadería siguió su actividad normalmente.

Explicó que cuando hay emisión de carbono pero se mira lo que la pastura está absorbiendo la cuenta es negativa. La ganadería está produciendo carbono pero es más lo que saca que lo que produce.