Juan Ramírez, ganadero de cría en el Urabá antioqueño, aseguró que 2015 ha sido un año “difícil por el gran impacto de El Niño”. Las lluvias esporádicas han dificultado que las metas de productividad que se habían planteado en enero de 2015 se cumplan, sin que eso signifique que desfallezca su motivación por cumplir cada punto planteado antes de que finalice el año.

 

“Evaluadas algunas metas vemos que los alcances están entre 15 y 20 % por debajo de las expectativas que teníamos, pero seguimos con retos y planes de acción por hacer en lo que queda del año”, dijo Ramírez. (Lea: 5 afectaciones que viven ganaderos del Altiplano por el verano)

 

En esa línea de ideas, el predio del ganadero deberá tener la siembra de material vegetal y su transformación en silo en diciembre para tener reserva de comida para ganado entre febrero y abril de 2016, medida de prevención nutricional que ejecuta el productor cada año.