Productores consultados por este medio manifestaron no tener claro el rol que ejerce la Corporación Autónoma Regional en su zona. Solo saben que una parte del impuesto predial o la factura por la concesión de agua va directamente a esta entidad, pero de resto no podrían afirmar con certeza si dichas entidades están cumpliendo con sus funciones.

 

En Cundinamarca y Boyacá, los ganaderos han manifestado sus quejas por los cobros de desecación y concesión de agua, su pobre reacción frente a los ataques a semovientes y las demoras en las obras de la laguna de Fúquene y demás fuentes hídricas.

 

Es tal la inconformidad que un propietario calificó como a la corporación de Cundinamarca como un “cáncer” para la laguna y para los productores en general. (Lea: Ganaderos habían advertido sobre politización e inoperancia de CAR)

 

En Sucre, los productores coincidieron en afirmar que la Corporación para el Desarrollo Sostenible de La Mojana y El San Jorge, Corpomojana, es un “elefante blanco” que no ha tenido una presencia visible en la región.