Para el experto, con la elaboración de derivados cárnicos como embutidos y jamones, los productores tanto de especies mayores como menores, entre los que se encuentran el cerdo o el conejo, pueden dedicarse a esta actividad para obtener una mayor ganancia.

 

“También pueden hacerlo aquellos que tengan ganado de engorde, o quienes se dediquen a la ganadería de lechería especializada. En este segundo caso, se opta por el procesamiento cuando nacen demasiados machos que no son tan importantes en este tipo de producciones”, aseguró el ingeniero de alimentos.

 

En lugar de venderlos a bajo costo o incluso regalarlos, Hernández señaló que estos novillos pueden transformarse en embutidos cárnicos que tendrán un mayor valor. (Lea: Comercialización de derivados cárnicos se reactiva en Ramiriquí)

 

Para él, es una oportunidad de mercado para que los ganaderos no vendan solamente el producto primario o el animal, sino que expandan su actividad a otros sectores.