Boyacá es un departamento con una importante vocación agropecuaria. Su variedad de climas y suelos permite que allí se desarrollen diversos cultivos transitorios y de largo aliento, así como la producción pecuaria. Teniendo eso en cuenta, desde la Gobernación se pretende fortalecer el sector y por esa razón denominaron al 2017 como el ‘Año del Campo’. (Informe: Así es el mundo de la papa colombiana)

 

Como parte de esa iniciativa, la administración departamental le viene apostando a la industrialización del agro, por ese motivo buscan que los papicultores boyacenses se conviertan en proveedores directos de una multinacional canadiense dedicada a la transformación del tubérculo.

 

Inicialmente se va adelantar un piloto -una prueba para analizar cómo se comporta este esquema de comercialización- con los habitantes y productores del municipio de Samacá quienes deben obtener una papa con las siguientes características: mayor a 85 milímetros, su calidad está sujeta a las posibilidades de transformación que requiere la compañía, el color tiene que ser el adecuado, no puede provenir de lugares de más de 2.900 metros sobre el nivel del mar pues eso la hace difícil de fritar y el uso de agroquímicos tiene que ser mínimo.

 

Según el secretario de Fomento Agropecuario de Boyacá, Jorge Iván Londoño, lo que se pretende con esa iniciativa es eliminar el comercializador. (Lea: Lavar la papa aumentaría 30 % o 40 % la ganancia del productor)