La situación de la industria de la carne de bovino a nivel mundial se ha visto afectada por los efectos de la COVID-19, específicamente por el derrumbe significativo de la demanda y el desenfrenado desempleo, que a la postre, condujeron al cierre de restaurantes y de contera, a la preferencia por el consumo de cortes de menor valor.

Así lo dio a conocer Augusto Beltrán Segrera, secretario técnico del Fondo de Estabilización de Precios, FEP, de Fedegán-FNG, al referirse a la evolución económica de la industria de la carne en los principales países consumidores del mundo.

En los diversos mercados de alto consumo se observa un inusual reemplazo de los cortes finos, por otros catalogados por su ostensible menor precio, situación que se atribuye, precisamente, al fuerte descenso del ingreso de las personas y a su limitada capacidad de compra.

De acuerdo con Beltrán Segrera, “en Europa se registra un aumento en el consumo de carne molida y cortes de segunda, y de manera simultánea, se observa la total caída de la demanda por los cortes de alto valor, que se caracterizó durante mucho tiempo por su constante crecimiento”. (Lea: Diferencias nutricionales entre cortes de carne)