El II ciclo de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis bovina apenas arrancó el pasado viernes 27 de octubre y ya se han presentado numerosos problemas, que empezaron a vislumbrarse aún antes del inicio de la campaña.

 

De hecho, desde que la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL, y su administrador, la Sociedad Fiduciaria de Desarrollo Agropecuario, Fiduagraria, asumieron la operación del ciclo, los inconvenientes se han convertido en la norma en este proceso.  

 

El último reclamo se presentó en el Valle del Cauca, donde varios vacunadores presentaron su renuncia por inconformidades frente al manejo de la CNCL. (Lea: Segundo ciclo de vacunación de 2017 inicia con dudas y traumatismos)

 

Según Gustavo Forero*, un vacunador habitual en las campañas desde hace 8 años, los funcionarios del nuevo fondo parafiscal están forzando la programación para aplicar el biológico, sin tener en cuenta las condiciones de cada municipio.

 

“Ahora llegó una señora a decirnos que tenemos que vacunar hoy en un predio, o si no, nos sancionan, de una manera tan arbitraria. Prácticamente, nos están obligando a dejar notificaciones a todos los ganaderos, y para no echarnos a la gente de enemiga, preferimos apartarnos”, precisó.