Estas herramientas con temperaturas tan bajas permiten ciertas aplicaciones como licuefacción y separación de gases, refrigeración de dispositivos superconductores, criobombas para vacío limpio, ablación de tejidos, conservación de material biológico, alimentos y refrigeración de dispositivos electrónicos con bajo ruido término, entre otros. (Lea: ¿Ha escuchado hablar de la criopreservación? Aquí le contamos de qué se trata)

La refrigeración criogénica puede ser llevada a cabo utilizando este tipo de dispositivos de enfriamiento con la intención de mantener bajas temperaturas.

En un artículo de la Revista Aristas explican que existen diferentes técnicas de enfriamiento criogénico, razón por la que también se han diseñado diferentes tipos de crio enfriadores, siendo clasificados como enfriadores de ciclo abierto o ciclo cerrado.

Los sistemas de criogénicos de ciclo abierto son aquellos donde la refrigeración se obtiene mediante el uso de un enfriador Joule- Thompson, el cual utiliza gas almacenado a alta presión y es mantenido a temperatura ambiente. El gas almacenado se libera a la atmósfera después de la expansión.

Sin embargo, la mayoría de las aplicaciones utilizan criogénicos almacenados como nitrógeno liquido y helio liquido para asegurar la generación de una temperatura baja con fines criogénicos.

Al ser almacenados estos materiales de enfriamiento deben ser mantenidos en intervalos regulares, ya sea en un estado liquido, solido o supercrítico dependiendo de la aplicación.