No, no basta que un año después de la firma del TLC con la Unión Europea, países como Holanda, República Checa, Italia y Francia aumentaron sus exportaciones de lácteos hacia Colombia en un 349 %, 280 %, 200 % y 132 % respectivamente. Que la Unión Europea haya enviado a Colombia durante el 2014, cerca de 3.270 toneladas de productos lácteos, como lo señala FEDEGAN, no significa nada. Mucho menos parecen relevantes las cifras del DANE en las que se registran que en los primeros 9 meses de 2014, las importaciones de productos lácteos por parte de Colombia aumentaron un 52,9 % y las exportaciones cayeron un 9,4 %.

 

No, no es significativo que Colombia pasara de importar 8.232 toneladas de leche en el 2009 a 33.737 toneladas en el 2015 y 54.635 toneladas para el 2016.

 

No, no cuenta que en 2017 llegaran al país 267.548 toneladas de leche líquida y 13.263 toneladas de lactosueros.

 

Que en los 2 primeros meses del 2018 a Colombia hayan ingresado 6.656 toneladas de leche en polvo de Estados Unidos y 1.100 toneladas de la Unión Europea, y que a partir del 2027 llegará al país leche en polvo y otros derivados lácteos sin pagar tarifas arancelarias, parece ser muy poco.