Todo tiene un límite y los productores del departamento fronterizo ya empiezan a sentirlo. La compleja situación de Venezuela está afectando a todos los sectores, generando un impacto económico sin precedentes.

 

Para Andrés Hoyos Arenas, antiguo presidente y actual miembro de la junta directiva del Comité de Ganaderos del Norte de Santander, lo único que parece no tener límite es la frontera con el vecino país, que por la falta de control de las autoridades se ha vuelto más ligera.

 

“Me parece que ha fallado la política fiscal aduanera, y soy duro contra el ICA y contra el Gobierno nacional porque mientras que no se vean mejores resultados, el problema no se acabará”, sostuvo el dirigente. (Lea: Kilo de ganado en pie se consigue a $850 en la frontera con Venezuela)

 

Para Hoyos, uno de los más graves indicadores de la incidencia del contrabando es que el 80% de la carne que se consume en la capital es de procedencia ilegal. Esto se puede comprobar con los bajos índices de sacrificio en los frigoríficos locales en contraste con el alto consumo de la proteína.

 

A esto se suma la prohibición en la que hoy se encuentran los productores para comercializar sus bovinos fuera del departamento, pues Norte de Santander está enmarcado como zona de protección dentro del programa de vacunación contra fiebre aftosa.