En las últimas décadas, se ha demostrado que la ganadería sostenible reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, y su potencial es tan alto, que también puede captar dióxido de carbono de la atmósfera para contribuir al cuidado del medio ambiente.

 

 

Los bonos de carbono son una herramienta reconocida internacionalmente que incentiva las reducciones de emisiones o absorciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) como resultados de iniciativas de mitigación. A través de los bonos de carbono se busca calcular cuanta es la reducción de emisiones de (GEI) cuando se implementan herramientas de ganadería sostenible como la silvopastura o las herramientas del manejo del paisaje.

 

 

Además del beneficio ecológico que ofrecen, estos bonos tienen un valor comercial, el Ministerio de Ambiente, explica que “Los bonos de carbono se pueden comercializar según acuerdos privados mediante los mercados de carbono, pueden ser utilizados para fines de compensación voluntaria de emisiones propias, para el cumplimiento de obligaciones o para optar a pagos por resultados como lo es la solicitud de la no causación del impuesto al carbono en el caso de Colombia”.

 

 

Manuel Gómez Vivas, Coordinador del Programa Ganadería Sostenible de Fedegán precisa que para realizar la comercialización “la principal recomendación es que los ganaderos que estén interesados se capaciten bien en estos tipos de mercados. Que, si bien hay muy altas expectativas, es bueno conocer del mercado, conocer las acciones que pueden hacer.”

 

 

Empezar por implementar herramientas para la ganadería es fundamental para incursionar en este mercado, “el principal elemento para esto es que tenemos que ser responsables ambientalmente, pero productivos en las métricas de carne o leche que se produzcan, ahora, no sólo se trata de producir, sino de hacerlo con una característica de sostenibilidad.”