En una comunicación enviada al ministro de Agricultura, el Consejo Gremial de la Leche (CGL) plantea que la coyuntura actual de este sector no es de “enlechada” por sobreproducción sino por caída del consumo, acentuada por la “enlechada artificial” de las importaciones.

Para la entidad gremial no es razonable que mientras los ganaderos han debido botar su producción de leche, la industria disminuye las compras y baja el precio, pero sus importaciones muestran una gran dinámica de crecimiento, “lo cual no se compadece con los mínimos de concertación entre los diferentes eslabones, sobre todo si la industria se ha beneficiado de los recursos de los ganaderos, ni con mínimos de solidaridad, pues la leche que se deja de comprar es, en su mayoría, la de pequeños productores campesinos en condición de pobreza”.

Explican los ganaderos, que el actual nivel de inventarios de leche en polvo no supera las 11,2 mil toneladas, lo cual “indica poca oferta de leche en almacenamiento y no el exceso que la industria ha querido mostrar para justificar sus importaciones”.