El economista Óscar Cubillos Pedraza aseguró que las importaciones de leche de 2015 son históricamente las más altas y que si no fuera porque la tasa de cambio se incrementó un 62 % en los últimos 10 meses hubieran podido ingresar al país hasta 26 mil toneladas de lácteos.

 

“Ese incremento de la tasa de cambio encarece la importación del producto, pero el precio internacional de la leche está bajo y por eso resulta más rentable importarla”, explicó el también coordinador de la oficina de Planeación del Fondo Nacional del ganado, FNG, para quien la industria solo se fija en el precio internacional del alimento sin pensar en que esas importaciones los afectan al inundar el país de derivados como los quesos, los cuales ellos fabrican, y terminan siendo su competencia. 

 

Augusto Beltrán Segrera, secretario técnico del Fondo de Estabilización de Precios, FEP, manifestó que la coyuntura actual del sector lácteo está determinada desde la oferta, sin que se deje de una lado la abolición de las cuotas de producción en la Unión Europea, el aumento de la producción en Estados Unidos y la permanencia del embargo ruso sobre los productos hechos con leche de varios jugadores importantes en el sector lechero como Australia y Nueva Zelanda, que han terminado por presionar los precios a bajas históricas.