Así lo explicó Héctor Jairo Correa Cardona, ingeniero zootecnista, MSc., PhD. y profesor de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, explicó que la fibra ha tenido dificultades a la hora de diseñar una metodología para determinarla.

“A diferencia de lo que sucede con otras fracciones nutricionales, la fibra es un asunto bastante complejo. Si hoy queremos manejar un concepto claro sin ambigüedades, necesitamos revisarlo y las metodologías para aplicarlo correctamente en el ámbito de la nutrición animal”, dijo.

El académico señaló que la fibra es una característica de la materia seca con propiedades nutricionales, pero no solo en el aporte de nutrientes específicamente de energía. (Lea: ¿Cuáles nutrientes requiere el rumen y cuáles requiere el organismo del animal?)

También contribuye en la estimulación de la motilidad gastrointestinal, la captación de agua, el intercambio de iones, la viscosidad de la digestión, entre otras. Sin lugar a dudas, su rol es esencial en el buen funcionamiento del tracto digestivo.

Así las cosas, el estudio de la fibra aún no ha dado resultados definitivos y de hecho, conceptos de fibra detergente neutro y fibra detergente ácido, que se desarrollaron hace unas décadas, se han replanteado en los últimos años, como indicó Correa.

“La fibra detergente neutro todavía se acepta con varios peros, mientras que fibra detergente ácida y lignina, que hacen parte del sistema van Soest, han tenido muchas críticas”, dijo. (Lea: La importancia de la fibra efectiva en la alimentación del ganado)

El profesor aseguró que este esquema diseñado por el PhD. Peter Van Soest ha demostrado con los años “muchas falencias” y que desde su concepción “tuvo errores de conceptualización de tecnología”, y que “no superó el concepto de fibra cruda”.