Los ganaderos de esta región del país luego de enfrentar un extenso verano que los afectó por la sequía y la falta de comida para los bovinos, ahora viven las inclemencias del invierno. “Desde el comienzo del mes de abril, no para de llover y ahora tenemos problemas de encharcamiento en las praderas”, afirmó Aldemar Gavilán, representante legal del Comité de Ganaderos del Guaviare.

 

“A pesar que estamos en zonas altas, el agua escurre rápidamente pero el problema es que se ablandan los suelos y las reses al caminar dejan marcado el pisoteo y la calva en la pradera, lo que merma considerablemente la producción de forraje”. (Lea: Invierno causa estragos en ganaderías colombianas)

 

Para el dirigente lo recomendable es que los ganaderos dediquen el tiempo que sea necesario para evitar que esto suceda. “Cada finca es diferente y por lo tanto, no se puede recomendar alguna actividad particular. Solo el propietario sabe qué debe hacer en su unidad productiva. Nadie la conoce más que él. No obstante una medida es rotar los potreros todos los días, para evitar el pisoteo y para que el ganado coma, porque a veces es selectivo y no consume pasto mojado” explicó. (Lea: ¿En qué consiste la senescencia de los forrajes?)