Aunque el incremento no fue el deseado por los productores y tampoco tuvo en cuenta la propuesta hecha por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, de que fuera del 9 %, dirigentes del sector hicieron un análisis más profundo y se detuvieron en un punto específico: el papel de los laboratorios. 

 

Ese actor dentro de la cadena de análisis es esencial a la hora de establecer el precio y las bonificaciones a pagar por parte de la industria. Sin embargo, algunas regiones carecen de ellos o en el peor de los casos, las compañías acopiadoras son las que se encargan de verificar el estado composicional del lácteo, volviéndose juez y parte. Eso distorsiona el proceso. (Lea: Asociaciones lácteas de Nariño tendrán laboratorios de calidad)

 

Rafael Torrijos Rivera, presidente del Comité de Ganaderos del Caquetá, aseguró que el departamento carece de un laboratorio de referencia que le genere seguridad y confianza al productor al momento de determinar el precio de su litro de leche.

 

Eso permite que algunos agentes acopiadores determinen la calidad composicional y bacteriológica del producto y a partir de ello establezcan el precio que le reconocen al ganadero.