Roberto Herrera, miembro del Comité de Ganaderos del Bajo Magdalena, aseguró que en el norte del departamento, en poblaciones como Pivijay y Fundación, la temporada seca comenzó casi a principios de noviembre pasado.

 

“Llovió en octubre y luego cayeron algunos aguaceros, pero ya casi llevamos 2 meses de verano fuerte. La gente llevó los ganados a los playones, las tierras bajas, para alimentarlos”, contó. (Lea: Alimento para bovinos, un clamor de los ganaderos en Magdalena)

 

De acuerdo con el productor, a pesar de que el afluente del río ha disminuido por la falta de lluvias, el flujo de agua se ha mantenido en algunas zonas gracias a los canales, como el caño Ciego (schiller), que irriga el líquido a los pobladores. 

 

Sin embargo, el productor no dejó de evidenciar su preocupación por la suerte de los animales, pues por la falta de agua y de alimentos adecuados, muchos han perdido su condición corporal, como él indicó: “La situación es grave, hay partes donde los ganados están en muy mal estado”.