“La vacunación de Casanare y de Arauca fue manejada por gente que gestionó el tema a su  gusto, sin tener en cuenta las necesidades de los ganaderos”, expuso el dirigente.

 

Amaya es un ganadero que manejó el tema de la vacunación durante 18 años en su región y argumentó que la vacunación que se hizo recientemente fue arbitrario y que se dieron varias circunstancias que acabaron con todo el engranaje y la organización construida por Fedegán.

 

“Contrataron un profesional durante 45 días y eso no es oportuno porque es muy poco tiempo para la gestión, el manejo y el control”, agregó. (lea: En Casanare y Arauca preocupan las pérdidas que dejará la Aftosa)

 

 

Otra irregularidad es que el Comité de Ganaderos de Trinidad, tuvo siempre 11 puntos de venta de vacuna y ahora los nuevos gestores de la vacunación tienen solo dos. “No hay donde conseguirla. Además, el ganadero compra la vacuna y no sabe si le sirve o no, si viene caliente, es decir, no hay control alguno sobre las mismas”.