Desde que inició 2017, los productores rurales fueron testigos de un atípico invierno que comenzó en octubre y se prolongó durante los primeros días de enero. Luego vino el verano, que ha sido más fuerte en algunas zonas que otras.

 

Sin embargo, no pasaron más de 2 meses cuando a principios de marzo los fuertes aguaceros se hicieron constantes al interior y sur del país, con lo cual se dio inicio a la primera temporada invernal del año, mucho antes de lo previsto.

 

En efecto, ganaderos consultados por este medio han expresado su desconcierto por la llegada de las lluvias en los primeros días del tercer mes, y aún más por los estragos que ha causado, sobre todo en Huila. (Lea: Ganaderos dudan que ayudas lleguen en caso de un invierno prolongado)

 

Allí, el aguacero más fuerte de los últimos 30 años provocó el desbordamiento de los ríos Frío, Las Ceibas y Neiva, deslizamientos de tierra y afectaciones en vías terciarias, dejando miles de damnificados en los municipios de Neiva, Algeciras y Campoalegre.

 

De acuerdo con Luceni Muñoz Bermeo, directora ejecutiva del Comité de Ganaderos del Huila, la urgencia más grande se debe a que gran parte de la zona rural está incomunicada por deslizamientos y caída de puentes, haciendo imposible el acceso a los predios.