El texto comienza precisando que los suplementos de presentación seca son los más comúnmente utilizados e incluyen a los pellets, cubos, harinas, gránulos, tortas, entre otros.

En los alimentos líquidos, los ingredientes se encuentran en suspensión, pero tienen la desventaja que solo se les puede adicionar una cantidad limitada de ingredientes secos y que muchas veces es difícil mantenerlos en suspensión.

Un ejemplo son los suplementos proteicos a base de melaza y urea a los que se les puede adicionar hasta 15 a 20 % de ingredientes secos (por ejemplo, harina de semilla de algodón o de soya, entre otros) para mejorar su valor nutricional.

Típicamente estos alimentos se ofrecen en forma de autoconsumo en lamederos con rodillos o bateas con rejillas flotantes que regulan y evitan el consumo excesivo. (Lea: Suplementos líquidos y probióticos, esto es lo que usted debe saber)

En tercer lugar están los bloques, que son suplementos de autoconsumo que tienen forma, peso, dimensión y compactación variable. Debido a su dureza, el animal debe lamerlo para ingerir pequeñas cantidades, lo que regula su consumo.