El reporte del Invima con corte al 28 de febrero revela que se han cerrado 332 plantas, pero teniendo en cuenta que en un mismo establecimiento pueden operar dos tipos de beneficio (bovinos y porcinos), en realidad son 287 sitios los que han sido clausurados.

Si bien hay dos cierres registrados en mayo de 2016, el Decreto 1500 de 2007 solo entró en vigor desde agosto de ese año, fecha en la cual empezaron a efectuarse las suspensiones. (Lea: Esta es la situación actual de las plantas de beneficio tras los planes de racionalización)

Al llegar diciembre, se contabilizaban 74 cierres. Para el 2017, el Invima clausuró 105 más, siendo el periodo con el mayor número de cierres. En 2018 y 2019 se negó la autorización a 53 plantas por cada año, y en 2020, a pesar de ser el primer año de la pandemia, a 45.

Para este 2021, se sumaron dos sitios más, el matadero municipal de Puerto Asís (Putumayo) en enero y la planta de beneficio del municipio de Mesetas (Meta) en febrero, ambos dedicados al sacrificio de bovinos, que se suman a las 232 plantas que también procesaban esta especie.

De estas, 37 sacrificaban bovinos y porcinos, en tanto que solo 53 lo hacían únicamente con estos. Para aves, había 27, y para ovinocaprinos, 3. Los 15 restantes eran acondicionadores. (Lea: Hay más de 180 mataderos de bovinos cerrados en 1er trimestre de 2020)

En cuanto a su ubicación, 84 estaban concentrados en Antioquia, el departamento con el mayor número de cierres. Le sigue Santander con 62 plantas clausuradas y Boyacá con 27. En cuarto lugar está Cundinamarca con 25 y en la lista sigue Tolima con 17 sitios.