Cuando una vaca es afectada por esta enfermedad, su capacidad reproductiva se ve comprometida al igual que su producción láctea, lo cual puede conducir en graves pérdidas para el productor.

 

Además, si no se maneja a tiempo y se presenta de forma continua, puede ocasionar infertilidad en el animal, por lo cual se recomienda un tratamiento temprano para evitar este tipo de inconvenientes. (Lea: 4 enfermedades que afectan los ovarios de las vacas)

 

Los agentes patógenos que producen la metritis son la E. coli principalmente, mientras que las bacterias como la Streptococcus pyogenes, Staphilococcus spp o Fusobacterium necrophorum generan la endometritis.

 

Sin embargo, también se ha encontrado que los clostridium, las pseudomonas, el campylobacter fetus o en general cualquier bacteria gram negativa puede provocar la afección.

 

Además de un útero agrandado y bajo rendimiento lácteo, la vaca presenta fiebre, vulva edematizada y una descarga acuosa de color marrón rojizo y de olor fétido. (Lea: Lo que debe saber sobre el aparato reproductor de las vacas)

 

Las 2 enfermedades se presentan principalmente en vacas lecheras o primíparas, cuando hay partos asistidos, hipocalcemia, distosia, fetos muertos, momificación o partos gemelares, en especial cuando hay retención de membrana fetal o deficiencia en la higiene.