Pedro Luis Salas, secretario de la Cooperativa de Mercadeo Cárnico del Sur, Comercasur, afirmó que las lluvias de la sabana bolivarense volvieron a mermarse y arreció con fuerza el calor de días anteriores.

 

“Luego de un período muy extenso y seco, se presentaron unas lluvias fuertes en el mes de mayo que nos ayudaron mucho. Eso nos permitió llenar los reservorios de agua que estaban vacíos. Pero al cabo de un mes, en junio, se presentó un veranillo”, indicó. (Lea: Construcción de pozos, una de las falencias más graves en el Caribe)

 

De acuerdo con Salas, en otras épocas los productores estaban acostumbrados a una temporada de calor en estas fechas, pues el veranillo de San Juan, como se ha denominado en el Caribe, siempre solía ocurrir a mitad de año.

 

No obstante, las condiciones en las que están hoy ya no pueden soportar un día más de sol, pues sus animales están hambrientos y sus cultivos, sedientos, ante la escasez de agua. Además, un veranillo que apenas duraba un mes, ya se ha extendido por casi 2 meses.