Debido a que la única planta de sacrificio que funcionaba en la ciudad de Barrancabermeja fue cerrada hace más de un año, en esta región del occidente del departamento de Santander el sacrificio clandestino está a la orden del día, incluso los productores venden la res en pie y permiten el sacrificio en sus propios predios.

 

Así lo manifestó Edgar Solano Suárez, miembro de la junta directiva de la Federación Agropecuaria de Barrancabermeja y el Magdalena medio, Fedagro, entidad que cumple 60 años de actividades gremiales.

 

“Estamos muy preocupados por la informalidad y porque se sacrifica sin ninguna salubridad”, recalcó el dirigente. (Lea: En Santander preocupa cierre de plantas de sacrificio)

 

La mayoría de los productores son pequeños ganaderos que carecen del conocimiento necesario sobre la conveniencia de la sanidad e inocuidad de la carne de bovino que es destinada para el consumo humano.

 

Según el miembro de Fedagro, “los pequeños ganaderos no piensan en eso, solo les interesa el valor que van a obtener por la venta de su animal”.