“El virus de la fiebre aftosa en el sector ganadero, es mucho más agresivo que la COVID-19, por una razón básica, porque es infinitamente más pequeño y volátil y no pesa”.

Así lo señaló José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, durante la rueda de prensa conjunta con el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea y la gerente del ICA, Deyanira Barrero, sobre el lanzamiento del primer ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina.

El dirigente indicó que solo el aire puede ser un vector y aclaró que no lo es para el caso del virus del COVID-19, por eso las protecciones que llevan desde el pasado 18 de mayo, y llevarán puestos los vacunadores y ganaderos hasta que culmine el ciclo el próximo 1 de julio de 2020, son de vital trascendencia para el país.

De acuerdo con Lafaurie Rivera, ahora que todos los ciudadanos en el mundo tratan de llevar elementos de seguridad para protegerse –en la boca o en los ojos–, que es por donde puede eventualmente ingresar el virus de la COVID-19, dicha medida indica que solo cuando uno está a dos metros de alguien contagiado, se puede adquirir el virus. (Lea: 10 enseñanzas que deja la COVID-19 en la ganadería)