El nombre científico es Bromus Catharticus y se adapta a zonas geográficas entre los 2.200 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. Crece silvestre en campos cultivados o abonados, a los lados de las carreteras y en potreros nativos.

 

 

No es resistente al pisoteo y los expertos lo recomiendan en el pastoreo en rotación. Es muy apetecible como pasto de corte o heno, especialmente cuando se suministra mezclado con alfalfa o tréboles. Igualmente puede ensilarse solo o mezclado con leguminosas. (Lea: ¿Sabe usted cuál es la alfalfa del trópico?)

 

Crece en matas formando macizos aislados de hierba. Alcanza alturas de 60 a 100 cms., con una anchura de 6.5 mm., y es de color verde tierno claro. Posee panículas abiertas de 20 cms. ramificadas y desnudas en la base y espigas de 2 a 3 cms. de largas, con 6 a 12 flores.

 

Las semillas caen al suelo al madurar facilitando la propagación por sí misma. Las plantas jóvenes tienen pelos finos y suaves que disminuyen a medida que la planta se hace adulta.

 

 

Para la siembra se recomienda realizar una buena preparación del terreno. La siembra puede hacerse al voleo o en surcos. Para pastoreo se recomienda en mezclas con Festucas y Tréboles.

 

Así lo aconseja la cartilla Capacitación Campesina, de la División Agropecuaria del Sena que contó con la asesoría de Alfonso Duarte y Diego Peláez y asimismo de la División Agropecuaria de la FAO, específicamente de María Helena Cadena.