Así como ocurrió con los 2 ciclos de 2016, el primero de este año tuvo inconvenientes debido a la improvisación de la cartera agropecuaria y al afán del ministro Aurelio Irragori Valencia de mostrar que se ahorraron recursos, arriesgando el estatus sanitario del país. 

 

Desde que el Gobierno le arrebató la administración del Fondo Nacional del Ganado, FNG, y el manejo del ciclo a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, los comités se han quejado de los múltiples traumatismos que han tenido que lidiar por cuenta de estas modificaciones.

 

Según ellos, no solamente se trata del cambio del operador, sino también a la alteración de los procesos que dificulta gravemente el normal desarrollo de la vacunación. (Lea: Concluye primer ciclo de vacunación de 2017 pero los problemas persisten)

 

Por ejemplo, un líder gremial sostuvo que los programadores asignados para su zona fueron suspendidos 10 días antes de finalizar el ciclo por directivos de la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL, nombre que ostenta el fondo parafiscal de los ganaderos.

 

“No sabemos cuál era el propósito de esto porque jamás había ocurrido. Ese tipo de decisiones no trae nada bueno, porque los vacunadores quedan a la deriva, no tienen quién los controle, si aplicaron las dosis”, aseguró.