Con un acto en el parlamento uruguayo, se conmemoraron los 10 años de la ley de Trazabilidad Individual Obligatoria. Desde septiembre de 2006 se dispuso que todos los vacunos estuvieran identificados con una caravana electrónica y una visual, buscando garantizar su procedencia. (Lea: Trazabilidad de bovinos demoraría 44 años en Colombia)

 

Eso le ha permitido a Uruguay ser el único país en el mundo con todos sus semovientes identificados, mientras que el 85 % del hato bovino tiene estatus de trazado. Este avance, le permitió a la nación “charrúa” ganar mercados y ser uno de los principales jugadores en la exportación de carne, ya que así les garantiza a los compradores conocer, no solo el origen, sino la edad y la alimentación que tuvo el animal.

 

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Tabaré Aguerre, indicó a través de un portal gubernamental que la trazabilidad es un claro ejemplo de política de Estado, que se ha desarrollado en un proceso y destacó el concepto de "construcción de un bien público".