El riesgo no es solo por un eventual contagio de fiebre aftosa, sino de otras enfermedades bovinas como la brucelosis y la tuberculosis.

 

Otro de los dolores de cabeza de los ganaderos es el limitado conocimiento que tienen las autoridades acerca de los hierros o las marcas de los animales, situación que conlleva a que aumente el ‘cachilapeo’ o que haya errores en las incautaciones. (Lea: Ganaderos dan sugerencias para combatir contrabando fronterizo)

 

Ángel Emiro Mena, representante legal de la Asociación de Ganaderos de La Primavera y productor con experiencia en la zona de Puerto Carreño, expuso que si bien no se tienen cifras exactas, las cantidades de ganado que están ingresando por trochas son muy grandes y esto afecta la economía local.