“Esta medicina surgió a raíz de la necesidad de la justicia de tener apoyo, acompañamiento y asegurarse de explicar fenómenos que son propios de las ciencias veterinarias y no de las ciencias jurídicas”, indicó Nancy López, presidente de ASOMEVEF.

La medicina forense estudia el fenómeno desde la ciencia con aplicación de conocimientos médicos y biológicos necesarios para la resolución de problemas jurídicos buscando la verdad y la explicación de la violencia en los humanos.

En los animales, tiene especial importancia la multitud de variaciones anatómicas, biológicas, fisiológicas y etológicas cuando estos son sujetos de violencia, maltrato e instrumentalización para la comisión de delitos. (Lea: Colombia debe apuntar su mirada a la veterinaria forense)

“La consideramos una ciencia auxiliar de la justicia que aporta elementos técnico científicos en la valoración de evidencia en aquellos sucesos en donde el humano es actor de dolor o sufrimiento hacia los animales, comportamientos que alteran la convivencia o aquellas conductas que dada la intencionalidad y gravedad del daño infringido se convierten en delito”, agregó López.