El experto argentino Guillermo Bavera explicó que los primeros se producen a partir de un único cigoto que se divide y separa en dos o más individuos (gemelos). En este sentido, son genéticamente idénticos y fenotípicamente similares.

Los mellizos o fraternales ocurren cuando 2 o más espermatozoides fertilizan igual número de óvulos que se desarrollan de forma separada. (Lea: La historia de los Beefmaster gemelos que nacieron previo a Agroexpo)

La frecuencia de partos múltiples en más alta en razas continentales (0,25 a 4 %) que en razas lecheras (1,9 %) o británicas (0,4 %). La frecuencia de partos triples es mucho más baja, ubicándose en un caso cada 10 mil partos.

Además del tipo de vacuno, hay otros factores que inciden en la ocurrencia de este tipo de alumbramientos, entre los que se encuentran:

1. Edad de la vaca: La frecuencia de partos múltiples en animales de menos de 3 años de edad es muy baja, aumenta hasta los 6 a 10 años y disminuye nuevamente después.
2. Época del año en que ha tenido lugar la concepción: En los países con estaciones, ocurre un aumento de estos partos comparado con otras épocas del año.
3. Heredabilidad: Aunque es muy baja, de aproximadamente 0,04, puede presentarse. (Lea: Conozca todo sobre el síndrome Freemartin y la infertilidad en vacas)
4. Repetibilidad: Si una vaca pare una vez mellizos, la posibilidad de partos múltiples en sus subsiguientes gestaciones es 3 a 4 veces mayor que para el promedio de la población.
5. Alteraciones en el equilibrio hormonal: La poliovulación y los partos múltiples se han conseguido en vacas de razas de carne por medio de aplicaciones hormonales antes del período de celo. La mayor dificultad radica en regular la dosis hormonal ajustándose a la particularidad de cada vaca. Una quinta parte de las vacas tratadas paren mellizos.