La técnica consiste en recolectar los ovocitos de los folículos en ovarios de hembras vivas a través de la aspiración guiada por una ecografía en la pared del fornix vaginal. El proceso tiene una gran ventaja y es que al ser sencillo, permite recoger el material genético deseado en series repetidas para procedimientos in vitro, y eso ayudará a que haya un aumento en la cantidad folicular tras varias semanas de haber adelantado el procedimiento. 

 

Antes de realizar la aspiración es esencial tener claro cuál va a ser la vaca que se va a someter al proceso, ya que se debe buscar un ejemplar superior al del resto del hato, que esté vacía y en óptimas condiciones de salud. (Lea: Multiplicación de las vacas, entre los beneficios de la aspiración folicular)

 

Miguel Germán Rivera Gaona, médico veterinario-zootecnista de la Universidad Nacional, aseguró que para llevar a cabo el proceso se emplean agujas hipodérmicas desechables de calibre 18 – 19  y 40 – 50 mm de longitud.