Estos países, que están en polos totalmente opuestos, se destacan por sus producciones ganaderas, en algunos casos con mayor predominio de la carne y en otros, de la leche. Esto se debe en buena parte a la especial atención que han prestado a la sanidad animal de sus bovinos.

Por ejemplo, los 5 países están libres de fiebre aftosa sin vacunación, salvo Argentina, que tiene buena parte de su territorio con vacunación. Aun así, esta enfermedad ha pasado a un segundo plano y ahora prestan más atención a otras, como la brucelosis o las enfermedades reproductivas.

En todos los casos, los expertos coinciden en que los programas sanitarios están basados en la prevención, y los gobiernos de cada nación actúan en concordancia, implementando estrategias para erradicar estas enfermedades de los hatos ganaderos.

Argentina

En la actualidad, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) interviene en la producción primaria con medidas obligatorias a controlar algunas de las enfermedades que afectan a bovinos y bubalinos, y que en dado caso también pueden afectar al ser humano.

Esto incluye los programas contra fiebre aftosa, tuberculosis bovina, brucelosis bovina, enfermedades espongiformes transmisibles (EET), rabia paresiante y garrapatas. (Lea: Recuerde la importancia de detectar inflamación del tracto uterino en vacas)