Inicialmente, la medida impuesta desde el pasado 20 de mayo se vencía el pasado martes 31 de agosto, fecha en la que el Ejecutivo decidió extender los límites alegando que habían sido efectivos para ayudar a frenar los precios internos de la carne.

Según el portal Mercopress, la nueva resolución prolongó el tope del 50 % en todos los envíos al exterior, con respecto a cifras del segundo semestre de 2020. (Lea: Perspectivas de la industria mundial de carne bovina para el último trimestre de 2021)

“En materia de precios, el impacto de las medidas que limitaron temporalmente las ventas al exterior ha comenzado a mostrar resultados positivos”, ya que “luego de dos meses de vigencia, los precios se estabilizaron e incluso mostraron cierta retracción en diferentes eslabones de la cadena”, dice el texto oficial.

“En consecuencia, se puede observar que las medidas tomadas han cumplido con el objetivo de reducir la dinámica de precios”, prosiguió el documento, aunque “la solución estructural a la tensión entre el mercado externo y el mercado interno está ligada a medidas para incrementar la producción”.

Los líderes de la Mesa de Enlace, que representan a los frigoríficos, se reunieron para analizar los siguientes pasos, aunque la medida no los tomó precisamente por sorpresa. En las circunstancias actuales, los productores han amenazado con detener todo el comercio de carne.

“Las decisiones tomadas por el presidente Alberto Fernández no son buenas para Argentina. No cumplió su palabra y la ideología supera la racionalidad, empobreciendo a todos”, aseguró el martes el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino.